No es racional pensar que cualquier persona que se quede sin trabajo optará por delinquir, pero sí resulta claro que la persona sin empleo es un ente económico que dejará de participar en la economía cotidiana, por lo que, de existir un gran número de personas en esas mismas condiciones, llevará inexorablemente a una caída muy importante en ingresos de un cierto grupo de agentes económicos (personas) que se verán en la penosa necesidad de delinquir para subsistir.

Un vehículo blindado resulta una herramienta de primera necesidad para poder desempeñar labores productivas que ameriten evitar su interrupción. Por ejemplo, un empresario, podrá descartar la preocupación que supone ser asaltado en su vehículo, para dedicarse únicamente a sus prioridades, pudiendo desarrollarla de manera más eficiente.